En la pluma de César Moreno palpita la luz del primer Husserl que, con Investigaciones lógicas, incitó a jóvenes entusiastas a encontrar un nuevo hogar cerca de un maestro. De München a Göttingen. Una mutación tal invitó también a Scheler, al Ortega español, al destino insatisfecho de Heidegger y al inicio de un nuevo pensar de la Francia de Sartre y Merleau-Ponty donde se pusieron las bases para la ‘otra’ fenomenología continuada por Ricoeur y Derrida. Toda Francia le debe a Levinas este nuevo comienzo. Al unísono, como si de un paralelismo destinado al encuentro, el existencialismo de Jaspers, nacido en Alemania, y el de Marcel, más alto y espiritual que aquel, surgen en una escritura que aborda la experimentación, el rodeo, el desastre que provoca poner en operación nuevos conceptos, todos ellos dirigidos a la discontinuidad de la inmanencia y a la ruptura con las filosofías del poder, de la razón y de sus instituciones para conducirnos hacia el límite donde lo que se intenta decir debe fracasar pues en lo dicho no se agota el decir.

Es así como César Moreno ‘explora’ a Emmanuel Levinas: experimentándolo, comparándolo, pidiendo cuentas a lo no dicho, para decirse y redecirlo desde otras coordenadas, desde sus diferencias (el género, Deleuze, la psiquiatría, el arte conceptual), donde el otro modo que ser es expuesto, retomado, nuevamente traicionado, re-dicho y puesto a prueba frente a nuevas evidencias, todo ello según las circunstancias lo requieran.

En su amplia obra encontramos esta virtud de la experimentación con la escritura, ¿Kierkegaard o Nietzsche?, no lo sabemos, donde pensar lo Otro es llevado a su compromiso radical: a saberse expuesto, desnudo, sincero.

El próximo lunes 4 de noviembre experimentará ‘entre nosotros’… a partir de las Intemperies del rostro.

Código de Acceso: Justicia